Este años parece que hay mucha, y mi padre y mis hermanos han ido a ver la que cogen hoy.
Francis ya está montado en el olivo, le encanta montarse y darle palos a las ramas y exprimir el árbol hasta no dejar ni una aceituna.
Desde abajo y rodeado de fardos, mi padre y Nico avarean los super olivos, porque mira que son grandes y altos.
Como hay muchos montones de aceituna, me siento a quitar algunos y así ayudar un poquito, aunque no mucho, porque con la barriga....
Mi hermano Nico, con su chucho, que me da un susto que pa qué.
Corre que se las pela y como es el que lleva a cazar y tan grande, vamos que me da yuyu cada vez que se me acerca.
A la vuelta al pueblo, porque no aguanté mucho rato agachá, le hice una rutita de las mías por el campo, que la pobre iba por la acequia que decía que cómo nos cayéramos a ver dónde ibamos a parar.
Lo hemos pasado genial.
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